El Papa elogia la obra de cardenal contra los abusos

CIUDAD DEL VATICANO.-Septiembre 26 del 2023.- (EFE).— El papa Francisco Pidió prestar atención al muy grave problema de la pornografía infantil y a sus “víctimas sofisticadas de esta sociedad de consumo”.

Durante una audiencia concedida a una delegación del Centro de Investigación y Formación para la Protección de los Menores (CEPROME) de Hispanoamérica, el Pontífice les pidió: “No se olviden de este punto que a mí me preocupa mucho”.

El Papa, que agradeció a los participantes el hecho de “haberse reunido en Roma desde tan variados puntos de Latinoamérica”, recordó su labor al “tratar de trabajar y aplicar métodos cada vez más adecuados para erradicar la lacra de los abusos, tanto en la Iglesia como en el mundo”.

“No debemos olvidar esto: los abusos que han golpeado a la Iglesia no son más que un pálido reflejo de una triste realidad que abarca a toda la humanidad, y sobre la que no se presta la necesaria atención”, al subrayar que aunque alguno pueda decir que no son tantos: “Si fuera uno solo, ya sería escandaloso”.

En ese sentido, destacó: “Creo poder decir que la Iglesia avanzó bastante en este camino, y no lo dejará de hacer, y eso gracias a pastores profetas”.

Y entonces destacó la labor de “un cardenal, que fue capaz de agarrar una ‘papa caliente’ como era Boston en aquel momento, y adelante, sin cuidar el dinero, más bien a la gente y a los chicos heridos”, antes de añadir: “Por eso le quiero agradecer públicamente, Eminencia, esto que usted ha hecho”.

“Es necesario también que esto sea un trabajo significativo para la sociedad, de modo que los pasos y las conquistas de la Iglesia en este camino puedan ser un acicate para que otras instituciones promuevan esta cultura del cuidado”, agregó.

Y antes de concluir pidió a los miembros de la Ceprome que su esfuerzo “no se quede en la mera aplicación de protocolos, sino que los confiemos a Jesús en la oración. Con humildad y verdad, sepamos reconocernos entre esos ‘pequeños’”. Y puestos ante el Redentor, contemplemos también en ese rostro ultrajado el sufrimiento que hemos recibido y causado, para no sentirnos distantes de las personas que acogemos, sino hermanos, también en el dolor”.