Egresada IBERO representará a México en Mundial de karate

 

CIUDAD DE MEXICO.-Junio 17 del 2023.-(Texto y foto Yazmín Mendoza).-Liz está en su mejor momento. Esta egresada Ibero acaba de ganar su pase al Mundial de karate de Calgary, Canadá, y representará a México en octubre próximo en la categoría de Kata tradicional japonesa. A la edad de 38, el año pasado asumió el reto de competir en el rango de 18 a 35 años de edad y ¡logró pódium en todas las competencias a las que entró! En este nivel no hay tanta madurez en el karate, pero sí mucha explosividad. Y en el de 35 a 44, Lízbeth Guevara Barrios ha permanecido invicta en el primer lugar desde 2019 a la fecha.

“Ya se terminó esta competencia, ya ganaste, y ahora se acabó”, se dijo a sí misma nuestra medallista tras la euforia de haber ganado su pase en la competencia Nacional de hace dos semanas; “ya competimos en Mérida, ahora vamos por lo que sigue”. La liga es World Karate Kickboxing Union (WKU), con sede en Alemania, a la que están afiliados 142 países, y normalmente hay representación de unos 105 a 110. Aunque México es tradicionalmente bueno en artes marciales, las delegaciones a vencer son Estados Unidos, Alemania y Canadá, los locales. En el Mundial de Austria de 2019, Liz trajo dos bronces para México, pero es muy exigente consigo misma y ahora está decidida a ir por el oro.

La egresada de Ciencias Políticas y Administración Pública suele competir en kata, combate a puntos y kata sincronizada. Su entrenador y esposo, Edgar Jiménez, explica en qué consiste una kata. “Es una serie de defensas y ataques contra enemigos imaginarios. Es como una coreografía en la que estás tú solo”. Por muchos años, el karate se transmitió de generación en generación únicamente de esta manera en el antiguo Japón.

Estos combates imaginarios deben cumplir ciertas características: fuerza, vista, impacto y timing. “La kata es tú contra ti mismo, y siempre tienes que hacer la mejor versión de la última vez que lo hiciste”, dice el también karateka. Es más, hacer una kata bien entrenada es como si corrieras una carrera diaria de cinco kilómetros, agrega Liz. Es necesaria “la fuerza en las piernas, en la mente, la respiración, hay gente que termina su kata y termina sin respirar, con la boca morada”.

Además de todo esto, la ejecución de Liz tiene una característica especial: la escenificación. “Yo soy una persona que puedo estar completamente concentrada, me puedo concentrar y no escucho si hay aplausos, si hay gritos”. Se enfoca en la fuerza que le da a su semblante y en sostener la mirada al jurado, al grado incluso de intimidarlo.

Luego del Mundial de Austria de 2019, el campeonato se canceló dos años seguidos debido a la pandemia. La karateka pudo haber tomado una pausa, pero decidió dedicarse a entrenar disciplinadamente. “En 2021 y 2022 empiezo a competir y todo ese primer año gano primer lugar, en todas las competencias en donde entraba”. Así que su entrenador la impulsó a entrar en la categoría de 18 a 35. “¡No! ¿Cómo crees?”, fue su primera reacción, “yo tengo 38, no estoy chavita, no tengo la edad”. Pero no dejó que su preocupación la venciera, entró y ganó el segundo lugar en su primer torneo en esta categoría. Desde entonces no ha parado.

La meta de este año es llegar muy bien preparada física y mentalmente al Mundial de Calgary, Canadá, que se llevará a cabo del 16 al 21 de octubre. Los días de competencia, relata Edgar, hay gente que vomita, que le da diarrea, que le da fiebre, nada más por el estrés. “Cada persona tiene su manejo de emociones, hay gente que se ensimisma, hay gente que le da por hablar mucho. Es la adrenalina, cada uno tiene su manera de demostrarlo”.

¿Cómo se entrena para un Mundial de karate? Esto es disciplina. Una cosa es motivación y otra es disciplina, dice el entrenador. “El día que peor te sientes, ese es el día que hay que ir a entrenar, el día que no tienes ganas, el día que quieres no ver a nadie, ese día hay que entrenar”. Además, explica que hay que controlar todo: alimentación y horas de sueño, así como fases y horas de entrenamiento.

“Tenemos un macrociclo que comprende desde que empezó el año hasta que cierra, y tenemos mesociclos y microciclos. Hay que subir y bajar, no podemos estar siempre hacia arriba porque ahí es donde se viene la cascada de lesiones y también hay fatiga mental. Y el día del Mundial debemos estar en el tope de entrenamiento, físico y mental”.

Desde la Ibero, su alma máter, nos unimos al reconocimiento que le hacen a Liz desde la WKU y ¡le deseamos mucho éxito en todas sus competencias!